Nunca parece haber suficiente tiempo libre. Tu hijo pasa la mayor parte de su tiempo en actividades estructuradas y la escuela está en apuros para incluir programas de arte en el horario de clases. Pero quieres que tu hijo crezca para ser un solucionador de problemas creativo e imaginativo y que persiga sus sueños. ¿Suenas familiar?
Busca oportunidades todos los días para nutrir la creatividad de tu hijo de maneras que sean divertidas para ambos. Aquí hay algunas ideas para comenzar:
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El largo camino a casa
Cuando están de camino a casa desde un destino familiar, como la escuela o el supermercado, pídele a tu hijo que piense en diferentes formas de llegar a casa. No se detengan en una ruta alternativa práctica, pero ayúdale a pensar en formas increíblemente fantásticas de llegar allí y rutas a seguir. ¿Qué otras formas de transporte podrían tomar? ¿Podrían ir en bicicleta, scooter o helicóptero? El proceso creativo involucra buscar muchas soluciones a un problema, y las extravagantes pueden resultar brillantes. Si están caminando a casa, aprovecha la oportunidad para desarrollar las habilidades imaginativas y de observación de tu hijo. Pídale que señale cinco cosas que son nuevas, cinco cosas que deben arreglarse o cinco cosas que están ocultas a la vista. A medida que pasan por las casas en el camino, haz algunas conjeturas sobre quién podría vivir allí: ¿una familia de cinco personas, personas con ocho gatos, una pareja mayor, extraterrestres de otro planeta?
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Estira su imaginación mientras esperas
La próxima vez que están esperando en el consultorio del dentista o que la comida llegue a un restaurante, juegeun “Qué pasaría si”. Pregúntale a tu hijo qué pasaría si cada familia tuviera una nave espacial.
¿Cómo construiría una casa si viviera en una isla tropical? ¿Qué comería para el desayuno? Algunas variaciones:
• Cualquiera / o. Pregúntale a tu hijo: ¿Preferirías vivir en una isla desierta o en la cima de una montaña? ¿Prefieras visitar el Polo Norte o el fondo del océano? Voltea las tornas y haz que tu hijo cree las preguntas.
• Excusas locas. Pídale a tu niño a fingar que no hacía sus tareas del hogar. ¿Qué excusa él podría darte? Por ejemplo: “No saqué la basura porque había serpientes venenosas en el patio trasero”.
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Hacer un collage de día lluvioso
Guarda artículos del hogar como botones, trozos de papel de colores, tapas de botellas en una caja de zapatos. Dale la caja a tu hijo junto con cinta adhesiva, pegamento, pegatinas y un trozo de cartón, y observa cómo hace un collage. Házle a tu hijo preguntas abiertas sobre su trabajo: “¿Cuénteme sobre esto?” o “¿Qué te gusta del collage?” “¿Qué te gustaría poder agregar?” Recuerda que la creatividad tiene que ver con el proceso, no con el producto, y anímalo a que describa su forma de pensar.
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Respeta la evaluación de tu hijo sobre sus esfuerzos creativos
Cuando tu hijo traiga a casa dibujos de la escuela o los cree en casa, muestra las piezas que elija, en lugar de las que más te gustan. La imagen que crees que es una maravillosa obra de arte abstracto puede ser solo una serie de manchas azules para ella. Pregúntale porqué ha elegido los que más le gustan. Si aceptas la evaluación de su propio trabajo por parte de tu hijo, aprenderá que tú respetas su creatividad. La investigación muestra que las personas son más creativas cuando no se enfocan principalmente en cómo se juzgará el resultado final.
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Explora nuevos usos para los objetos cotidianos
¿Recuerdas convertir una manta y un tendedero en un fuerte? Tomó imaginación y una tarde de ocio, pero no materiales elaborados. Dále a tu hijo el regalo del tiempo para voltear una mesa y convertirla en un bote. Sugiere hacer una pintura con hisopos de algodón o cepillos de dientes en lugar de un pincel. Una variación de viaje por carretera de estos juegos de pensamiento imaginativo con objetos: túrnense para nombrar todas las formas en que una persona podría usar una cuchara o una caja de jugo o algún otro artículo que tengan en el automóvil. ¡No se detengan hasta que se te ocurran algunas ideas extravagantes!