La ciencia ha demostrado que el perdón — dejar de lado intencionalmente los sentimientos de enojo hacia alguien que te ha hecho daño — es bueno para la salud y el bienestar de quien perdona. Si estás criando hermanos, probablemente puedas adivinar otro beneficio: la paz en casa.
Enseñar a tus hijos a perdonarse mutuamente les ayudará a tener un vÃnculo de confianza de por vida, dice el Dr. Robert Enright, investigador del perdón, psicólogo educativo de la Universidad de Wisconsin-Madison y fundador del Instituto Internacional del ±Ê±ð°ù»åó²Ô. También los prepara para lidiar con las heridas que inevitablemente encontrarán en la vida. “En casa, donde los niños se lastiman unos a otros, pero no gravemente, es el campo de entrenamiento perfecto para perdonar”, dice Enright.
A continuación te presentamos algunas formas para ayudar a tus hijos a perdonarse para ayudarles a los hermanos a llevarse bien.
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No lo fuerces
No puedes forzar el perdón. Realmente tiene que ser la elección del niño herido. En lugar de insistir en que un niño se disculpe y el otro acepte la disculpa, reconoce el dolor existente. Si la parte afectada sufre de sentimientos de ira persistentes, pregúntale si está listo para considerar perdonar a la parte ofensora. Asegúrate de que sepa que está bien no estar listo; puede tomarse todo el tiempo que necesite. Y, durante ese tiempo, si los sentimientos heridos desaparecen por sà solos, no hay necesidad de presionar el asunto.
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Comienza con algo simple
En el calor del momento, mientras se le pone hielo a los golpes o se repara un juguete roto favorito, el perdón es poco probable. Enright dice que el mejor momento para comenzar a enseñar perdón a los niños es cuando no están heridos ni enojados, idealmente en pequeños conflictos. De esta manera, dice, los niños desarrollarán su “músculo del perdón”. Eventualmente, cuando hay un conflicto más serio, los padres pueden preguntar: “¿Recuerdas cuando se perdonaron el uno al otro y funcionó? ¿Crees que puedes considerar perdonar ahora, en esta situación más difÃcil?”.
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Maneja el comportamiento hiriente
Una de las ideas erróneas sobre el perdón es que justifica las malas acciones. Perdonar no quiere decir que el comportamiento está bien. Cuando un niño lastima a otro, no es suficiente pedirle perdón sin tratar la ofensa. Maneja el comportamiento que causa el daño de una manera justa y asegúrate de que la parte lesionada sepa que el perdón no está diciendo que lo que hizo el otro niño está bien. Está diciendo: “Estoy decidiendo dejar de lado mis sentimientos de dolor y enojo hacia esa persona a pesar de que me lastiman”.
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Sin guardar resentimiento
Cuando los padres expresan amargura por las heridas que experimentaron hace meses, años o décadas, les están enseñando a sus hijos a guardar rencores similares a largo plazo,dice el Dr. Fred Luskin, director de Proyectos de ±Ê±ð°ù»åó²Ô de la Universidad de Stanford y autor del libro Forgive for Good: A Proven Prescription for Health and Happiness. Luskin cree que es importante para los padres modelar el perdón mutuo frente a sus hijos, particularmente en el caso de divorcio. que los niños notan cuando hay falta de perdón entre los cónyuges. Si los padres (estén o no juntos) expresan el perdón entre ellos en sus palabras y acciones, sus hijos aprenderán de este ejemplo.
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Practica el perdón con tu hijo
Los padres que continúan regañando a los niños por el comportamiento que ocurrió meses o años atrás están demostrando resentimiento; están mostrando una incapacidad para perdonar. Y funciona en ambos sentidos. En un momento acalorado o después de un dÃa difÃcil, los padres pueden herir a sus hijos con palabras y acciones precipitadas. Admitir que hiciste algo de lo que te arrepientes y pedir perdón puede ser difÃcil y doloroso. Enright dice que cuando un padre se disculpa genuinamente y le pide perdón a su hijo está modelando una lección importante.
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Habla de ejemplos de perdón que aparecen en libros y en la televisión
Las historias son una gran oportunidad para mostrarle a los niños que hay muchas maneras en que una persona puede reaccionar ante un trato injusto. Los padres pueden leer historias con sus hijos sobre el perdón, ya sea de fuentes religiosas o de otras fuentes disponibles. “Pueden señalar a los héroes del perdón y mostrárselos a los niños como ejemplares”, dice el investigador del perdón Everett Worthington, de la Universidad Virginia Commonwealth.
El uso de la televisión, dice Enright, también es una forma excelente y no amenazante de enseñarle a los niños a perdonar. Si hay un conflicto entre hermanos por un programa, los padres pueden plantear preguntas tales como: “¿Qué pasa si cada uno de ustedes mantiene ira en el corazón por esto? ¿Serán felices? ¿Qué pasarÃa si el escritor del programa cambiara el guion de modo que los dos se perdonaran? ¿Cómo les harÃa sentir eso? ¿Cómo interactuarÃan entre sÃ?”. Los niños pueden aprender (observando conflictos en los que no están involucrados) que el perdón conduce a relaciones pacÃficas y a la felicidad.
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Escribir una nota
Para los niños mayores, escribir una nota puede ayudar a aliviar los sentimientos de enojo. En el libro The How of Happiness: A New Approach to Getting the Life You Want, la autora Sonja Lyubomirsky sugiere pedir a los niños que le escriban una carta a la persona que los lastimó.
Dar la carta al ofensor es opcional, dice ella; lo importante es que los niños describan cómo se sintieron heridos en ese momento y cómo se sienten ahora, especialmente si todavÃa hay sentimientos negativos. La carta puede incluir lo que tu hijo desea que el ofensor hubiera hecho en su lugar y, si lo desea, terminar con una expresión de perdón y comprensión. -
Paciencia
Aprender a perdonar requiere tiempo y esfuerzo. La investigación muestra que la cantidad de tiempo empleado en tratar de perdonar se relaciona con muchos resultados del perdón. Estamos más dispuestos a perdonar a medida que envejecemos. Asà que si tus hijos están peleando, ¡resiste! La felicidad podrÃa estar a la vuelta de la esquina.
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