El kindergarten es una época para que los niños disfruten, pero a veces puede ser difícil. Hay muchas cosas nuevas que su hijo se esfuerza por aprender: usar los números y las letras, seguir instrucciones, hacer amigos y entenderse con los demás.
Los niños pueden tardar tiempo en acostumbrarse a su primer año de escuela “de verdad”. Como padres, no debería sorprendernos que nuestros hijos den señales de estar teniendo dificultades. Sea cual sea el problema de su hijo — conflictos con sus amigos o dificultades con las tareas escolares —, podrá ayudarle mejor si se lo cuenta a la maestra y colabora con ella para resolverlo. (¡No piense que la maestra siempre sabe lo que ocurre cuando algo van mal! Aunque sea la mejor maestra del mundo, tiene a su cargo a un grupo de muchos niños. Usted conoce a su hijo mejor que nadie y seguramente sea el primero en descubrir el problema.)
Éstas son algunas formas de las que puede ayudar:
1) PROBLEMAS DE COMPORTAMIENTO
Hable con la maestra sobre los problemas de comportamiento en casa.
Muchos niños que están atravesando dificultades en la escuela no los exteriorizan hasta que llegan a casa. Algunos lo hacen mostrándose malhumorados y a veces más tristes y enojados. Otros llaman la atención diciendo que no a sus padres más a menudo.
Sea cuál sea el comportamiento problemático, explique a la maestra que su hijo está tratando de llamar la atención en casa. Dígale lo que ve y lo que está haciendo para controlar la situación. Puede que la maestra haya observado el mismo comportamiento en clase y tenga ideas que le pueden ayudar. También es posible que haya visto cosas —como burlas o intimidaciones— que podrían ser la causa del comportamiento de su hijo.
Si su hijo tiene un comportamiento difícil en la escuela, escuche a la maestra y exponga sus ideas.
Si la maestra le dice que su hijo se está portando mal en la escuela, ofrézcale ideas para solucionarlo que usted haya usado con éxito en casa. Y no olvide peguntar a su hijo por qué se está portando así. Algunas veces los niños no lo saben, pero otras muchas le responderán con “No me gusta donde estoy sentado”, “No entiendo lo que dice la maestra” o “Me gustaría poder levantarme y correr pero tengo que estar siempre sentado”. Comparta con la maestra lo que haya descubierto hablando con su hijo para poder encontrar una solución juntos.
Organice un sistema de recompensas por buen comportamiento.
Si el comportamiento en clase es un problema habitual, puede colaborar con la maestra para establecer un sistema de recompensas en el que su hijo recibe un incentivo cuando se porta bien. Pida a la maestra que le diga cuándo su hijo se ha portado bien en la escuela. Los días que se porte bien, puede hacer algo especial con él (ver una película juntos o jugar a algún juego de mesa) como recompensa por su buen comportamiento.
2) PROBLEMAS DE LOS NIÑOS EN LA ESCUELA
Ayude a su hijo a hacer amigos.
A menudo los adultos esperamos que los niños aprendan a hacer amigos solos, pero a veces no saben muy bien cómo jugar con otros y crear amistades. Si usted sabe, o siente, que su hijo tiene dificultades con otros niños, o si no hace amigos, pregunte a la maestra lo que ve. Si ha notado que su hijo tiene problemas, pregúntele qué ideas tiene para ayudarle a hacer amigos (por ejemplo, sentarlo junto a un niño diferente). También puede preguntar si hay algún niño que pudieran encajar especialmente bien con el suyo. Si así es, puede ponerse en contacto con sus padres para que los dos niños puedan jugar juntos fuera de la escuela.
Hable con la maestra si otros niños intimidan a su hijo.
Si siente que otros niños están apartando a su hijo o lo han convertido en blanco de sus burlas (o si es su hijo el que está haciendo estas cosas), hable con la maestra. Los maestros están a cargo de tantos niños que tal vez no sepan que su hijo está teniendo problemas. La mejor forma de que la maestra pueda ayudar a su hijo es que sea usted quien le de esta información.
3) PROBLEMAS CON LAS TAREAS ESCOLARES
Sepa en qué trabaja su hijo.
Durante los primeros años de escuela los padres pueden ayudar a que sus hijos no se queden atrás si saben qué están aprendiendo en clase. Intente echar un vistazo a los trabajos y proyectos que su hijo trae de la escuela. También debe leer las notas que envíe la maestra para explicar a los padres en qué están trabajando los niños. Y no se olvide de preguntar a su hijo qué está aprendiendo. (¡A lo mejor disfruta enseñándole algo a usted!).
Hable con la maestra si su hijo tiene problemas para hacer sus tareas escolares.
Si ve que su hijo tiene dificultades para hacer algunas de su tareas, o si le dice que no consigue entender bien lo que está aprendiendo en clase, hable con la maestra. Ella sabrá cómo ayudar a su hijo a aprender mejor en la escuela y en casa.
Recuerde a su hijo que es normal no entender todo inmediatamente.
Algunos niños piensan que deben ser perfectos y aprender a toda velocidad. Tienen miedo de que los consideren “estúpidos” si no lo hacen. Se sentirán mucho mejor si alguien les explica que cualquiera —incluso un adulto— puede tardar algún tiempo en aprender cosas nuevas. Cuente a su hijo una historia sobre alguna vez que usted tuviera que trabajar duro para comprender algo. Y no olvide explicarle que hay niños en la clase que pueden necesitar tiempo para entender algo, incluso si a su hijo le parece la cosa más fácil del mundo.