La fluidez se refiere al ritmo y soltura en el estilo de lectura de un niño. La fluidez en la lectura ha sido considerada como el puente entre la decodificación y la comprensión, ya que las habilidades de decodificación son necesarias para dominar la fluidez en la lectura y, a su vez, la fluidez resulta esencial para la comprensión en la lectura. Un niño con habilidades débiles de decodificación se mostrará titubeante en la lectura, y la poca fluidez entorpecerá la comprensión en la lectura. Un niño con un buen nivel de fluidez es capaz de leer con soltura y naturalidad, con una voz similar a la que usa al hablar, con la velocidad y entonación adecuadas.
Un lector de 2.° o 3.° grado con un buen nivel de fluidez es capaz de:
- Leer con soltura y a la velocidad de una conversación normal.
- Usar la entonación correcta y leer frases completas (respetando los signos de puntuación en el texto).
- Autocorregirse y repetir la lectura cuando se comete un error.
- Leer textos diseñados para su nivel académico con exactitud y comprensión.