Cuando el hijo de Karen Eubank se quej贸 por primera vez acerca de su maestra 鈥減erversa鈥, ella se lo tom贸 con escepticismo. 鈥淧or lo general, 鈥榩erverso鈥 simplemente significa un maestro que te hace estudiar, es exigente o desea que respondas preguntas鈥, dice la mam谩 originaria de Dallas, Texas. 鈥淣o que el maestro est茅 abusando verbalmente”.

Desafortunadamente, es exactamente lo que significaba. Eubank hab铆a transferido a su hijo de una escuela privada a una nueva escuela subvencionada (charter) que una amiga le hab铆a recomendado. Durante el recorrido, Eubank se enamor贸 de la escuela: hab铆a un jard铆n, tocaban m煤sica en el almuerzo, la escuela era 鈥渟implemente hermosa鈥, dice ella.

Pero despu茅s de que comenzaron las clases, su hijo de cuarto grado empez贸 a decir que no quer铆a ir a la escuela. Cada d铆a antes de la escuela, 茅l dec铆a que sent铆a n谩useas. Cada tarde al momento de recogerlo, el ni帽o estaba rabioso. Eubank supon铆a que el ni帽o simplemente se estaba ajustando a su nueva escuela. No fue sino hasta Halloween que Eubanks descubri贸 la escalofriante verdad. Ella le pregunt贸 a un ni帽o en la clase de al lado de su hijo si le gustaba la escuela. 脡l contest贸 que estaba bien, pero que a su hijo 鈥榥o le estaba yendo muy bien鈥. La maestra, le dijo el ni帽o a Eubank, 鈥渓e grita todo el tiempo y podemos o铆rlo en el sal贸n que est谩 al lado鈥.

Eubank coordin贸 reuniones, primero con la maestra (quien insisti贸 que el problema era la falta de atenci贸n de su hijo) y luego con el director, quien se neg贸 a hacer nada. 鈥淎mbos me presionaron diciendo que estaban preocupados acerca de mi hijo鈥, dice ella, 鈥渜ue 茅l no pod铆a prestar atenci贸n, no se pod铆a concentrar. Ambos estaban sugiriendo que mi hijo necesitaba medicaci贸n鈥. Tomando la palabra de los profesionales de la educaci贸n, Eubank llev贸 a su hijo a una evaluaci贸n psicol贸gica en Baylor University y se dio cuenta de que no hab铆a nada malo con 茅l.

Siendo una voluntaria escolar activa, Eubank habl贸 con otros padres que observaron que la maestra de su hijo nunca sonre铆a. Mientras tanto, su hijo compart铆a m谩s detalles acerca de su maestra. 鈥溾楨lla me fastidia y es perversa鈥, me dijo 茅l鈥, dice Eubank. 鈥溾楶resto atenci贸n鈥, insisti贸 茅l, 鈥榩ero miro por la ventana porque prefiero ver los 谩rboles que ver su cara enojada鈥欌. Pero cuando su hijo miraba por la ventana, la maestra lo humillaba en frente de los otros estudiantes, grit谩ndole y golpeando su escritorio con la mano.

Luego de unos pocos d铆as, despu茅s de otro episodio en el cual la maestra golpe贸 su escritorio, desesperada Eubank sac贸 a su hijo de la escuela y empez贸 a darle clases en el hogar.

Otro tipo de acosador

El acoso est谩 captando la atenci贸n nacional y est谩 siendo tomado m谩s seriamente que en el pasado. Pero el foco est谩 decididamente en el acoso de ni帽os a otros ni帽os. Mientras las ni帽as perversas, los que se burlan y los que atormentan, los abusadores f铆sicos y los que excluyen son amenazas muy reales, de igual modo lo son los educadores que abusan de su poder sobre los mismos ni帽os que se supone que deben proteger.

Pero cuando los maestros abusan de los ni帽os de forma verbal e incluso f铆sica, el abuso con frecuencia es descarado y raras veces se le llama como lo que es, acoso, reforzando la falsa noci贸n de que solo los ni帽os, no los mayores que est谩n a cargo, pueden acosar (Lee los 12 mitos del acoso).

Entre los datos crecientes de que el acoso est谩 aumentando, hay una ausencia evidente de estad铆sticas sobre matones adultos en la escuela. En parte, tal vez, porque el acoso por un maestro o director es mucho m谩s complejo de identificar, abordar y rectificar. Es dif铆cil saber qu茅 pensar de un maestro que cruza la l铆nea de la disciplina b谩sica y pasa a reprender, intimidar y humillar con regularidad (e incluso abusar f铆sicamente) a un estudiante, tanto as铆 que un ni帽o tenga miedo de estar en la escuela.

En respuesta a otro art铆culo de GreatSchools sobre c贸mo detener el acoso, una maestra valiente confes贸 (en un comentario) haber acosado a estudiantes en el pasado, hasta que cambi贸 de proceder. 鈥淢e convert铆 en maestra cuando ten铆a poco m谩s de 20 a帽os, y yo era horrible con los ni帽os. Era una matona monstruosa con los ni帽os de educaci贸n especial a los que ense帽aba鈥 Eventualmente, fui obligada a renunciar y despu茅s de tres a帽os, me di cuenta de por qu茅 estaba equivocada. Cambi茅 completamente, y cuando regres茅 a ense帽ar, nunca levant茅 la voz ni hice ninguna amenaza. Fue maravilloso. Aprend铆 a ser l铆der con el ejemplo…鈥.

Su honesta confesi贸n nos llev贸 a examinar m谩s el acoso de los maestros, un tema que raras veces se debate. Cuando los ni帽os acosan a otros ni帽os, los expertos ofrecen un sinf铆n de consejos: dile a un maestro, dile a tus padres y p铆dele ayuda a cualquier adulto. Pero cuando el mat贸n es el adulto que est谩 a cargo, 驴c贸mo debe responder un ni帽o?

El primer paso, tal vez, es escuchar las historias y aprender de otros, como la maestra retirada Elaine Sigal, que observ贸 al director de su escuela secundaria superior de Nueva Jersey gritar a estudiantes afroamericanos y burlarse de los padres que tienen acento. Despu茅s de batallar con el director durante dos a帽os y medio, ella tir贸 la toalla y fue transferida a una escuela hebrea.

Sigal cree que podr铆a haber otra forma, y ahora es una consultora educativa (ella lanz贸 una empresa innovadora llamada Stizzil para ayudar a los ni帽os con tutor铆a, preparaci贸n para los ex谩menes, autoestima y m谩s), ella est谩 en la primera l铆nea contra los maestros que son agresivos de forma inapropiada.

鈥淟o primero que tienes que hacer es documentar, documentar, documentar鈥. Escribe la fecha, hora y lo que sucedi贸 exactamente. A pesar del dolor obvio que est谩s sintiendo como padre, dice Sigal, es crucial ser tan razonable y objetivo como sea posible. Para ayudar a ofrecer contexto a lo que documentas, es una buena idea . En California, por ejemplo, dos elementos clave de las leyes y pol铆ticas contra el acoso son el prop贸sito y alcance del acoso. Entender qu茅 viola la ley puede ayudar a los padres mientras documentan lo que ven y escuchan.

Si la situaci贸n es demasiado notoria, debes reunirte con el maestro para ver si puedes encontrar una soluci贸n. Si eso no funciona, Sigal recomienda averiguar lo que puedas de todos en la escuela 鈥 de tu hijo, otros ni帽os, los padres de la clase. Sirve de voluntaria en la escuela, maneja el autom贸vil compartido, mant茅n tu o铆do alerta, mientras que al mismo tiempo te documentas con todo lo que averiguas. Durante este per铆odo de encontrar hechos, Sigal dice que se debe empezar a desarrollar una red de apoyo de padres; despu茅s de todo, las quejas de un progenitor pueden ser f谩cilmente anuladas, mientras que un grupo de padres preocupados tienen m谩s oportunidad de ser escuchados.

Sigal aconseja a los padres resistirse a embestir la oficina del director de inmediato. 鈥淪igue la cadena de mando鈥, dice ella, empezando con, digamos, un maestro veterano o el jefe del departamento de maestros, luego el vicedirector, el director, el supervisor del director y el superintendente. Este enfoque funciona en tu favor por dos motivos: Uno, cuanto m谩s se acerca alguien al problema, m谩s posibilidad tendr谩 de tomar una acci贸n r谩pida y efectiva; y dos, cuando subes arriba en la cadena de mando, una de las primeras preguntas ser谩: 鈥樎緾on qui茅n has hablado sobre esto, y qu茅 dijeron?鈥. Si no puedes responder efectivamente, es posible que seas dirigido a aquellos que te saltaste. Y siempre, dice Sigal, documenta cada incidente. 鈥淪i tienes documentaci贸n de un par de meses, no pueden ignorar eso鈥, dice Sigal. 鈥淵 si lo intentan, yo les dir铆a que voy a ir a los peri贸dicos鈥.

Una batalla que los ni帽os no pueden dar

Cuando se trata de proteger a los ni帽os de los maestros, es importante comprender que los ni帽os est谩n en una posici贸n vulnerable y poco equipados para librar la batalla por s铆 mismos. Si tratan de defenderse verbal o f铆sicamente, tienen m谩s posibilidad de meterse en problemas y luego ser etiquetados dentro del sistema. Aseg煤rate de atender el bienestar emocional de tu hijo: deja que 茅l hable sobre sus sentimientos y expl铆cale a tu hijo que est谩s de su parte y que no crees que merezca este comportamiento. Luego, aboga para que tu hijo sea cambiado de sal贸n de clases, o si eso no funciona, transfi茅relo a otra escuela. Comparte con tu administraci贸n que has documentado el abuso (esto conlleva la amenaza impl铆cita de hacerlo p煤blico o llevarlo a juicio), y los directores, superintendentes y juntas escolares se interesar谩n en rectificar la situaci贸n, al menos en lo que respecta a tu hijo. Si formas un grupo de padres que est谩n abogando por destituir a un maestro, eso es un proceso m谩s prolongado y m谩s dif铆cil, as铆 que lo primero en lo que debes centrarte es en hacer que tu hijo est茅 en un entorno de aprendizaje seguro y positivo.

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