Aprecia que tu hijo esté dispuesto a pedir ayuda.
Prueba esto
Ser bueno para aprender requiere un equilibrio entre la perseverancia de trabajar solo y la humildad de pedir ayuda. Es importante que tu hijo haga ambas cosas, y muy bueno que te tenga suficiente confianza como para pedirte ayuda.
Ve el lado bueno del problema.
Prueba esto
En lugar de enfocarte en que no debería pedir ayuda, hazle entender a tu hijo que conseguir hacer su tarea independientemente es una meta fantástica. A fin de cuentas no puedes estar con él todo el día ayudándole en la escuela ni más adelante en su trabajo. Plantéalo como un reto: ¿Cuánto tiempo puedes pasar sin pedir ayuda? ¿Puedes durar hoy un ratito más que ayer? Después alábale por ser tan fuerte e independiente.
Piensa si esto podría indicar un problema más importante.
Prueba esto
Aunque es muy común que los niños pidan ayuda con la tarea, también podría ser señal de una dificultad de aprendizaje o un problema emocional mayor. Si te preocupa, pregúntale al maestro si tu hijo necesita una evaluación para descartar cualquier problema de aprendizaje o de otro tipo.
No confundas tus necesidades con las necesidades de tu hijo.
Mejor no
Después de pasarte el día trabajando, cocinando y limpiando, es muy difícil lidiar con un niño que quiere que le prestes toda tu atención. Ese es tu reto: aunque quizás necesites un descanso, es posible que tu hijo de veras necesite tu ayuda. Muchos niños no reciben suficiente ayuda en clase porque hay muchos estudiantes. Pedir ayuda en casa no significa que sea perezoso, sino que es escrupuloso.
Di
“Quiero ayudarte, pero estoy agotada. ¿Por qué no empiezas tú y vendré a verte en unos minutos? Me alegro mucho de que pidas ayuda cuando la necesitas, pero también es importante que tengas confianza en ti mismo y que sepas trabajar de forma independiente”.
Di
“¡Sí se puede! ¡Lo estás haciendo muy bien! Trata de terminar esta sección tú solo y después vendré a repasar lo que has hecho”.
Di
“¿Cómo crees que podrías encontrar esta información tú solo? ¿Crees que podrías encontrarla repasando la lección o investigando en Internet? Si yo fuera el estudiante y tú el maestro, ¿qué consejo me darías para que pudiera avanzar un poco más por mi cuenta?”.
No digas
“¡No esperes que haga tu tarea por ti! ¡Estoy muy ocupada!”.
Por qué
Puede ser tentador enojarte cuando lo que más necesitas es un descanso. Y seamos claros: es perfectamente aceptable decirle a tu hijo que estás cansada y no puedes ayudar. Pero si le haces sentir que es una carga le harás más mal que bien. Y no solucionarás el problema de que tu niño no quiera hacer la tarea solo.
La mejor forma de ayudar es asegurarte de que tu hijo empieza a reconocer los complicados sentimientos que nos hacen desear abandonar. El miedo, la ansiedad y el pesimismo pueden empujarnos a abandonar un proyecto cuando nos topamos con retos. El primer paso para deshacerse de estos sentimientos es aprender a reconocerlos.
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