Entre las inclemencias del clima y los altibajos de la vida, hacer llegar a la escuela a un niño todos los días no es algo fácil. En las generaciones anteriores, los padres sentían que su prerrogativa era sacar a sus hijos de la escuela, ya sea para atender la granja o viajar para ver a la familia. Pero eso ya no es la norma. Las escuelas estadounidenses se han puesto serias asegurándose de que los estudiantes no falten a clase, a menos que estén enfermos.

Muchos padres sienten que asistir a clase en el kínder o los primeros años de la escuela primaria es menos importante que en los grados posteriores, pero los hábitos y valores aprendidos temprano son tan importantes como el aprendizaje académico. Hacer el esfuerzo para hacer que tu hijo asista a la escuela todos los días, puntualmente, transmite el mensaje de que la educación es importante para tu familia con mucha más fuerza que simplemente decirle que la “¡educación es importante!”.

Evita esas etiquetas negativas como “ausente habitual” y “en riesgo”

Si tu hijo falta más de 15 días de la escuela por año (incluyendo las ausencias justificadas y las no justificadas), puede considerarse como “crónicamente ausente”. ¿Qué significa esto para tu hijo? Puede alertar a tu escuela de que tu hijo está “en riesgo”, de meterse en problemas, obtener notas deficientes o incluso abandonar la escuela.

Incluso faltar algunos días que no estén justificados, lo que significa cualquier asunto que no esté relacionado con la salud, como por ejemplo, problemas con el automóvil, el horario de trabajo de uno de los padres, o un viaje de la familia, pueden obligar a la escuela a etiquetar a tu hijo como “ausente habitual”. Esto puede quedar registrado en la ficha permanente de tu hijo. Si tu hijo es identificado como “ausente habitual” incluso en la escuela primaria, a ti y a tu hijo se les puede requerir que asistan a una audiencia en el distrito para explicar la ausencia de tu hijo. En casos extremos de ausentismo crónico, los padres pueden perder la custodia de sus hijos ¡o incluso ir a la cárcel!

El valor de asistir a clase para la escuela y el estudiante

¿Por qué es tan importante la asistencia a clase desde la perspectiva de la escuela? Los presupuestos de la escuela pueden sufrir cuando los estudiantes no asisten a clase. En muchos estados, el financiamiento de la escuela se basa en la asistencia diaria promedio en una escuela. Si muchos estudiantes inscritos en una escuela no asisten a clase de forma consistente, la escuela tiene menos dinero para las necesidades esenciales del salón de clases.

Pero centrarse en la asistencia a clase es mucho más que un asunto de presupuestos escolares. Los expertos han encontrado que la asistencia a clase, incluso en el kínder, es un gran elemento para predecir el éxito de un estudiante en la escuela. Un (enlace en inglés), afirma: “El absentismo escolar crónico, el cual puede comenzar desde el preescolar o el kínder, pone a los estudiantes en riesgo de desempeño escolar bajo y deserción escolar”. Un estudio anterior de (enlace en inglés) que hacía seguimiento de los estudiantes desde el kínder hasta la escuela secundaria determinó que los patrones de abandono de la escuela estaban vinculados con un gran ausentismo, empezando en el kínder. Gregory Hickman, director del programa de Académicos de la Comunidad de Rodel y anterior director de la Iniciativa para el Ausentismo de Arizona, observa que ellos descubrieron que desde el kínder, los índices de asistencia son diferentes entre aquellos que se gradúan y aquellos que abandonan la escuela. Los estudiantes que abandonaron la escuela habían perdido un promedio de 124 días para el octavo grado.

Toda esta investigación es simplemente sentido común. Es difícil para el maestro y la clase desarrollar sus habilidades y hacer progreso juntos incluso si unos pocos estudiantes se ausentan con frecuencia. Además de quedar rezagados académicamente, los estudiantes que no están en la escuela de forma regular tienen más posibilidad de meterse en problemas con la ley y causar problemas en sus comunidades. Incluso en los primeros grados, perder muchos días de clase puede hacer que los estudiantes se sientan marginados y que no sepan lo que está sucediendo en clase, lo que hace que tengan más resistencia a ir a la escuela. Esto es un círculo vicioso: ¡es mucho más fácil que nunca comience este círculo vicioso que arreglar el problema una vez que ha comenzado!

¿Significa esto que tu escuela debería obligar a tu hijo a ir a la escuela cuando esté enfermo o si no se siente seguro en la escuela debido al hostigamiento o algún otro escenario extremo? Por supuesto que no. Tú eres quien mejor conoce a tu hijo. Por otra parte, es importante que tu hijo vaya a la escuela incluso cuando sea inconveniente. Asegurarte de que tu hijo llegue a la escuela, puntualmente y listo para aprender, no solo le ayudará en sus notas este año, sino que lo ayudará a tener éxito en los años por venir.

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