Los niños rompen el papel de regalo en pequeños fragmentos de distintas formas, los ordenan en patrones y los pegan en papel de color. Cuando el collage está listo, el maestro les hace preguntas a los niños, incentivándolos a hablar de su trabajo. En el aula de Mary Jane Belt en Long Island, Nueva York, los niños se sientan en mesas pequeñas, cortando papel en forma de manzanas, coloreándolas con crayones y pegándolas sobre la silueta de un árbol. Algunos niños abren agujeros en sus manzanas e insertan gusanitos de goma. En otra aula, un niño está frente a un caballete, sumergiendo el pincel en pequeños frascos de pintura y observando cómo se mezclan los colores en el papel.

El arte es una parte importante de la educación en la infancia temprana de tu hijo, independientemente de que creas que vaya a ser el próximo Picasso o no. Los niños son aprendices activos y hacer arte es una actividad práctica que expande la imaginación y ejercita la creatividad. También desarrolla el control de la motricidad fina y la coordinación ojo-mano, y agudiza los poderes de observación de los niños. Los fundamentos del arte: los niños aprenden los fundamentos del arte, es decir, colores, líneas, figuras, formas y texturas, al pintar y dibujar, hacer collages, crear objetos tridimensionales con arcilla y hablar sobre sus obras, explica Alice W. Schwarz, educadora de museo asociada en el Museo Metropolitano de Arte de la ciudad de Nueva York. Los niños de tres y cuatro años reconocen patrones, aprenden los colores primarios y descubren cómo mezclar dos colores para crear un tercero. El vocabulario se expande para incluir palabras como “textura”, “relieve” y “superposición”. Al crear y observar obras de arte, los niños comienzan a entender la composición, el equilibrio y la simetría.

El arte en preescolar

Los proyectos de arte suelen empezar con un debate sobre un tema o color. Después los niños dedican un tiempo a preparar el material que necesitan: tijeras, papel, pintura, lápices de colores, etc. Mientras trabajan en el proyecto, bien sea de forma individual o en grupos pequeños, debaten sobre sus creaciones. Una vez completado el proyecto, los niños limpian el aula, asegurándose de que todo vuelva al lugar que pertenece.

Los beneficios de observar el arte

Las paredes de las aulas de preescolar suelen estar cubiertas con obras de arte (el propio arte de los estudiantes junto a reproducciones de los grandes maestros), otorgándole una energía creativa a la propia sala.

Las afinan las habilidades de observación del niño y le exigen usar el cerebro para conectar todos los detalles, explica Schwarz. Un niño que observa La cabalgata de medianoche de Paul Revere, la pintura de Grant Wood, aprende sobre un evento histórico, pero también descubre cómo contar una historia a través de los detalles en las líneas, las formas y los colores.

Observar las ilustraciones de un libro les da una noción a los niños de cómo se desarrolla la historia y los ayuda a aprender a predecir lo que ocurrirá a continuación, explica la doctora Bernice E. Cullinan, profesora emérita de la Universidad de Nueva York y autora de Lee para mí: Cómo criar a niños apasionados por la lectura.

Cómo el arte desarrolla las habilidades de lectura y mucho más

Crear y observar obras de arte tiene una influencia positiva en muchas áreas del desarrollo intelectual, emocional y social de tu hijo. Este desarrolla una comprensión simbólica al representar sus experiencias a través de pinturas, dibujos, collages y maquetas. Esta familiaridad con los símbolos es fundamental para empezar a leer. Además, cuando tu hijo habla sobre sus obras, está poniendo en práctica sus habilidades de comunicación y expandiendo su vocabulario, lo que también es crucial para la lectura.

  • Escritura: Muchas veces, los niños piensan la historia en forma de imágenes antes de expresarla en palabras, explica Cullinan. El dibujo y la pintura ayudan a los estudiantes de preescolar a desarrollar ideas, y los hace querer escribir historias sobre sus dibujos. Aprender a manipular crayones, marcadores y tijeras ayuda a los niños a desarrollar la coordinación que necesitan para escribir con un lápiz, indica la maestra Mary Jane Belt. Además, esto puede ayudar al niño a establecer el dominio de las manos.
  • Ciencia: Los niños mezclan colores y observan el cambio que ocurre, aprendiendo sobre tonalidades claras y oscuras, explica la desarrolladora de planes de estudio Barbara Sprung, codirectora de Educational Equity Concepts (Conceptos de Equidad Educativa). Dibujar nubes de lluvia le brinda al niño una sensación de causa y efecto. Hacer collages y moldear objetos con arcilla ayuda a entender la diferencia entre bidimensional y tridimensional, explica Schwarz.
  • Historia: Cuando los niños usan pegamento para unir palitos de pretzels y diseñar cabañas de madera en conmemoración del cumpleaños de Lincoln, o diseñan pueblos coloniales en la mesa de arena, están aprendiendo sobre su historia y sobre la forma en que vivían sus ancestros, afirma Belt.

Cómo ayudar en el hogar

  1. Integra el arte en tu vida. Ten a la mano distintos materiales de arte que no supongan una gran inversión: crayones, marcadores, tijeras seguras, pegamento, papel, revistas viejas y trozos de papel de regalo, plastilina o arcilla reusable para moldear.
  2. Involucra a tu hijo en todo el proceso, desde la preparación hasta la limpieza.
  3. Permite a tu hijo expresarse libremente. Recuerda que el proceso es más importante que el producto, indica Schwarz. No busques la perfección.
  4. Hazle preguntas a tu hijo e incentívalo a hablar sobre su trabajo.
  5. Escribe el nombre de tu hijo en sus obras y exhíbelas en un lugar de la casa donde él pueda verlas. Compra o diseña un marco económico para exhibir su dibujo favorito.
  6. Asegúrate de tener arte en casa. Muchos museos venden reproducciones baratas y carteles de exhibiciones.
  7. Lleva a tu hijo regularmente al museo, pero asegúrate de que las visitas sean breves, no más de una hora.
  8. Haz que la visita sea una experiencia de aprendizaje tanto para tu hijo como para ti. Que tu hijo te vea aprendiendo algo nuevo.
  9. No des discursos ni agobies a tu hijo con datos sobre la historia del impresionismo. Incentívalo a que experimente una pintura por sí mismo. Enséñale a percibir los detalles. Considera anotar sus pensamientos y comentarlos posteriormente.
  10. Si te sientes incómodo en los museos o hablando sobre arte, considera participar en una clase de padres e hijos en tu museo local. Muchas de estas clases son gratuitas.