¡Hay tantas buenas razones para hacer un árbol de la lectura! Lo primero y más importante, ¡porque es divertido! Pero además, es una manera visualmente maravillosa de recordarle a tu hijo todos los libros que ha leÃdo. Sirve tanto para llevar un registro del progreso alcanzado como para inspirar a tu hijo a leer más. Y si lo exhibes en la cocina, puede motivar a familiares, amigos y otros visitantes a que hablen con tu hijo sobre literatura, lo que por sà mismo es una actividad increÃble de lectoescritura y una excelente forma de fomentar el amor de tu hijo hacia la lectura.
Los materiales que necesitarás para esta actividad de lectoescritura
- Cartulina o una hoja grande de papel (o 4 hojas de 8,5 x 11 pulgadas unidas con cinta adhesiva para crear una hoja más grande)
- Papel de construcción marrón, verde, rojo y amarillo
- BolÃgrafo o marcador
- Tijeras
- Cinta adhesiva
- Pegamento
- Bolsa hermética
- Tachuelas
Cómo crear un árbol de lectura
Recorta el tronco y las ramas del árbol con el papel de construcción marrón. Pega el tronco y las ramas a la cartulina o al papel. Recorta hojas con el papel de construcción verde, rojo y amarillo. Asegúrate de que las hojas sean lo suficientemente grandes para escribir los tÃtulos de los libros de manera legible (incluso los tÃtulos más largos, como Alexander y el dÃa terrible, horrible, espantoso, horroroso). Rellena con tu hijo la primera hoja con un libro que haya leÃdo recientemente. Incluye el tÃtulo del libro, el autor y la fecha en que lo leyó. Haz que tu hijo pegue la hoja a una de las ramas. Llena todas las hojas que sean necesarias de acuerdo a los libros que haya leÃdo el mes pasado. Posteriormente, guarda las hojas vacÃas en una bolsa hermética junto a un bolÃgrafo. Puedes fijar la bolsa cerca del árbol con una tachuela. Cada vez que tu hijo termine un libro, rellena una hoja y añádela al árbol. Pega con cinta adhesiva el árbol de lectura a una pared donde tu hijo pueda alcanzar las ramas, preferiblemente en la cocina o en algún lugar donde otros puedan ver (y sentirse inspirados por) los progresos de tu hijo en la lectura.