Queridos Aidan, Dylan y Julia:
Ante su inminente regreso a clases, son muchas las cosas que deseo para este a帽o escolar. Deseo que tengan maestros inspiradores, que hagan nuevos amigos, que experimenten aventuras desafiantes y que descubran nuevas pasiones.
Y algo m谩s: espero que se atrevan a ser 鈥渕ala onda鈥� siempre que puedan.
Cuando cursaba la escuela intermedia y secundaria, hab铆a ciertos ni帽os que sol铆an ser v铆ctimas de burlas y acoso d铆a tras d铆a. No recuerdo que alg煤n maestro o adulto intentase detener tales actos. De hecho, muchos maestros dejaban en claro (sin decirlo de forma expl铆cita) que tampoco les agradaban mucho aquellos ni帽os.
Recuerdo un incidente en particular donde un chico que sol铆a ser una de las v铆ctimas predilectas del acoso, tuvo la valent铆a (e imprudencia) de cantar en el festival de talentos de la escuela. La canci贸n (鈥淲hat Color is God鈥檚 Skin?鈥�) hablaba sobre tolerancia, pero el mensaje se perdi贸 entre la audiencia. En cuanto el chico subi贸 al escenario a cantar, comenzaron las provocaciones y burlas, y no se detuvieron hasta que la canci贸n termin贸 y el chico se escabull贸 del escenario. Ning煤n maestro o administrador alz贸 la voz para detener las burlas y nadie us贸 dicho evento como un momento de ense帽anza a ser discutido posteriormente.
Pero aquello ocurri贸 hace d茅cadas. Actualmente, en sus escuelas existen reglas contra el acoso y los incidentes relacionados con burlas, insultos y prejuicios son tomados en serio y abordados de inmediato.
A pesar de ello, el acoso sigue vivo y coleando. Todos los d铆as, los peri贸dicos relatan historias de estudiantes homosexuales siendo atormentados en las escuelas, o adolescentes impulsados a suicidarse tras meses de acoso. Ustedes tres me han contado sobre el acoso que ocurre de forma discreta: susurros, exclusi贸n, insultos y acoso por internet.
Por lo tanto, deseo que posean la valent铆a para alzar la voz cuando observen que alguien est谩 siendo v铆ctima de burlas, exclusi贸n o acoso. No es necesario que salten de un lado a otro ni den un serm贸n, pero se produce un efecto incre铆blemente poderoso cuando un observador se limita a decir palabras tan simples como 鈥測a basta鈥� o 鈥渆so no est谩 bien鈥�.
Suena sencillo, pero s茅 que no lo es. Personalmente, no siempre fui un ejemplo de valent铆a. S茅 lo divertido que resulta ser parte del grupo 鈥減opular鈥� (tan divertido que quiz谩 no se te ocurra cu谩n terrible se siente ser excluido, o peor a煤n, intimidado). Hubo ocasiones donde no me un铆 al acoso, pero tampoco hice algo para detenerlo. Incluso en mi vida adulta, ha habido ocasiones donde pude haber alzado mi voz y no lo hice. Hoy en d铆a, cuando reflexiono sobre mi vida, aquellas cosas que hice (o no hice) me llenan de arrepentimiento.
Por lo tanto, espero que no caigan ante la tentaci贸n de unirse al grupo popular si el precio de ser 鈥渂uena onda鈥� es herir los sentimientos de alguien. Espero que no se hagan de la vista gorda cuando alguien est茅 siendo molestado, como si no fuese asunto de ustedes.
Les espera un a帽o largo y valioso y una vida igual de larga y valiosa. Mi deseo para ustedes es que la llenen con tantas buenas acciones como les sea posible, a pesar de que las mismas resulten potencialmente 鈥渕ala onda鈥� en el momento.
Con amor,
惭补尘谩
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