Es bien sabido que la escuela intermedia no es fácil. Aquellos cuerpos y cerebros de 11, 12 y 13 años se están transformando de forma radical en nuevas y extraordinarias criaturas: adolescentes. Ahora toma toda esa conmoción interna y agrégale una pandemia mundial de magnitudes jamás vistas por nuestra generación, y obtendrás a un niño de 6.° o 7.° grado en aislamiento que sufrirá crisis emocionales a menudo. Es aquí cuando resulta necesario un cinturón de seguridad adicional para evitar que tu hijo se salga de control a medida que se enfrenta a la nueva y bizarra realidad y a un futuro incierto.

¿Cómo será el próximo año?

Desde su ingreso a la escuela intermedia, es posible que tu niño de 6.º o 7.º grado haya estado fantaseando sobre subir a un escalón más alto en la escalera de la escuela intermedia. ¿Pero dónde está la gloria de avanzar de grado si está sentado en casa, solo, con todos sus amigos (y amienemigos) confinados en una pequeña pantalla? No hay ceremonias de promoción para demostrar que avanzó un grado, ni sesiones presenciales de orientación para conocer a sus nuevos maestros, ni recorridos a la nueva aula principal, solo más y más clases por Zoom.

Puede que tu niño de 6.º grado esté lamentando la ausencia de este importante ritual de iniciación que lo coloca de lleno en el punto intermedio que representa 7.º grado; un punto más seguro donde ya no tienen que descifrar cómo moverse entre clases, usar el casillero o explorar la etiqueta de la hora del almuerzo.

Tu niño de 7.º grado también ha sufrido pérdidas. Han quedado atrás los bailes de primavera de la escuela intermedia, donde los amores de 7.º grado podrían obtener la oportunidad de brillar. Se ve privado de los juegos de final de temporada y espectáculos que hacen alarde de su estatus de atleta destacado, músico o artista en ciernes tras años de práctica obtenidos con mucho esfuerzo. Para el estudiante de escuela intermedia, estas actividades dentro y fuera de la escuela le brindan una sensación de identidad nueva a medida que deja atrás su identidad infantil. Ahora está atrapado en una especie de limbo, sin ayuda de estas nuevas identidades para brindarle un sentido de pertenencia.

Cómo ayudar a tu niño de 6.º o 7.º grado a sobrellevar la situación

Comienza por reconocer cuán difícil podría resultar para tu hijo el quedar afuera del dinámico, y muchas veces desafiante, mundo social dentro y fuera de la escuela, indica el psicólogo John Duffy, autor de . “Lo más importante que puedes hacer es tener una charla honesta con ellos sobre cualquier dolor o pérdida que estén atravesando”.

¡Necesita de sus amigos!

La mayor pérdida, señala Duffy, son las interacciones cotidianas con amigos. “Un niño me contó que la situación es tan poco oportuna que resulta cruel. ‘Es la época del año en la que finalmente tenemos la oportunidad de salir con nuestros amigos. Lo mejor que puedo hacer es mirar por la ventana’”. A esta edad, los niños se hacen más independientes, y sienten la necesidad y deseo de estar con sus compañeros. Los padres (sin importar cuánto los ame su hijo) difícilmente pueden reemplazar a un mejor amigo. Y dejando a un lado a los mejores amigos, también se están perdiendo de las alianzas íntimas que han formado en clases extracurriculares, clubes y equipos. “Mi temor con respecto a estos niños es que se pierdan el proceso de socialización, sobre todo los estudiantes de escuela intermedia. Se están alejando por demasiado tiempo de ese ritmo y cadencia del día escolar. Puede que estén sufriendo un retraso colectivo desde el punto de vista del desarrollo (social y emocionalmente hablando)”, señala Duffy.

Cómo ayudar a tu niño de 6.º o 7.º grado a sobrellevar la situación

Apoya a tu estudiante de 6.º o 7.º grado en mantenerse conectado con sus amigos. Para lograr esto, sé más flexible (mucho más flexible) con el tiempo que puede emplear frente a la pantalla. Aunque Duffy asegura que nunca antes hubiese recomendado cuatro o cinco horas frente a la pantalla, “Ahora mismo, creo que está bien. Necesitan tiempo para conectarse con sus amigos, lo cual, a su vez, los ayuda a desconectarse del trauma. El tiempo que emplean frente a la pantalla puede equilibrar un poco las cosas”. Sin mencionar, agrega Duffy, que les brinda un pequeño descanso a los padres.

Un largo asueto

No todas las noticias son malas para tu estudiante de 6.º o 7.º grado. Duffy afirma que, en comparación a estudiantes mayores de escuela intermedia y estudiantes más jóvenes de escuela secundaria, los niños de esta edad suelen ser más flexibles al cambio, y se muestran más dispuestos y gustosos de compartir con la familia. Puede que incluso hayan recibido con brazos abiertos las primeras semanas de este largo asueto.

A medida que transcurre más tiempo en cuarentena, Duffy afirma que ha observado un creciente número de niños de esta edad sintiéndose más agitados e incluso hundiéndose en depresión y ansiedad. Si, en general, el ánimo de tu hijo es bueno, no hay de qué preocuparse. Sin embargo, vale la pena reconocer que los estudiantes de 6.º y 7.º grado tienen probabilidades de experimentar un profundo sentimiento de pérdida al verse privados de sus últimos meses de escuela, y están preocupados sobre cómo será el verano e incluso el próximo año.

Cómo ayudar a tu niño de 6.º o 7.º grado a sobrellevar la situación

¡Hay que mantenerse activos! Claro, pueden pasar tiempo frente a la pantalla, pero “es importante que los cuerpos jóvenes estén en movimiento”, indica Duffy. Bien sea haciendo tiros a la canasta con un hermano o dando un paseo familiar a pie o en bicicleta, cualquier tipo de actividad ayudará a controlar el humor irregular de un estudiante de escuela intermedia que se encuentra confundido por las hormonas. “Los niños de esta edad suelen ser pesimistas”, añade Duffy. “Si no salen de sus habitaciones, nunca cambiarán esta mentalidad. Cuando salen al aire libre, obtienen una mejor perspectiva de que esto no durará para siempre”.

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