Cuando nos mudamos a Pflugerville, TX del condado de Prince George, MD, en 2019, las escuelas eran mi mayor preocupaci贸n. Texas es un estado donde usan el castigo corporal y en el que , algo que me aterroriza. La v铆a de la escuela a la c谩rcel es muy real. Las disparidades nacionales en materia de disciplina plagan nuestro sistema educativo a causa de los educadores, dirigentes estatales y una cultura que ve y trata a los ni帽os afroamericanos como y que sus compa帽eros blancos. Nos mudamos cuatro a帽os despu茅s de que Sandra Bland muriera en una celda de la c谩rcel tras un control de tr谩fico rutinario. Aun sabiendo que la polic铆a del estado hab铆a recibido mucha formaci贸n sobre sensibilidad racial desde entonces, sigo desconfiando de la polic铆a en las escuelas. S茅 demasiado bien que los ni帽os afroamericanos reciben castigos excesivos por infracciones menores y subjetivas debido a prejuicios intr铆nsecos y expl铆citos, y que la presencia policial en el campus agrava negativamente incluso las situaciones disciplinarias menores para los ni帽os que se parecen a los m铆os.
La muerte es obviamente extrema, aunque est谩 constantemente en la mente de las madres afroamericanas, que han sido testigos de c贸mo han matado a tiros a demasiados ni帽os parecidos a los nuestros cuando sal铆an a correr o volv铆an a casa de la tienda de la esquina. Me angustiaba mucho la idea de que mi hija, cuya genialidad se manifiesta a menudo desafiando a la autoridad, se encontrara en desgracia con alg煤n polic铆a escolar o maestro que no viera su humanidad.
Elegimos Pflugerville porque entonces ten铆a la poblaci贸n afroamericana m谩s numerosa y de m谩s r谩pido crecimiento del 谩rea metropolitana de Austin (21 por ciento frente al 7 por ciento general del 谩rea metropolitana de Austin, pero a煤n muy lejos del 63 por ciento del condado de Prince George). Solo hab铆amos vivido en lugares donde 茅ramos mayor铆a. Y no solo eso, sino que Maryland se considera generalmente un estado dedicado a la educaci贸n, ya que figura entre los cinco primeros en la mayor铆a de las listas de 鈥渕ejores estados para la educaci贸n鈥 y Texas est谩 muy a medio camino, normalmente cerca del puesto 33.
Inf贸rmate de los datos a la hora de elegir una escuela
As铆 que indagu茅 en los datos. Busqu茅 las escuelas primarias, intermedias y secundarias con mejor calificaci贸n en sitios como GreatSchools y luego me sumerg铆 en los datos sobre equidad de la base de datos . Quer铆a ver c贸mo se alineaban las mejores escuelas en aspectos como las disparidades disciplinarias y la inscripci贸n en programas para superdotados y con talento, y en clases de colocaci贸n avanzada (AP). En Maryland, mis hijos hab铆an sido identificados como superdotados y con talento, as铆 que estaba particularmente interesada en saber c贸mo se traducir铆a eso en Texas. Pero, aunque mis hijos no tuvieran esa etiqueta, se puede saber mucho sobre c贸mo ve una escuela a los ni帽os afroamericanos por el hecho de que los educadores identifiquen o no genialidad en sus estudiantes afroamericanos en proporci贸n a su matriculaci贸n en la escuela.
Acab茅 eligiendo una casa que estaba zonificada para un grupo escolar con una calificaci贸n de GreatSchools ligeramente inferior (un 6 frente al 8 de la otra opci贸n que estaba considerando) porque puntuaban un poco mejor en las cuestiones de igualdad. Conocimos a una familia que estaba pasando por el mismo proceso al mismo tiempo y eligieron el distrito con la calificaci贸n m谩s alta. Cuando comparamos nuestras experiencias a lo largo del a帽o, qued贸 claro que mi instinto estaba en lo cierto: a partir de los datos se puede saber mucho sobre la cultura de una escuela y sobre c贸mo ven a los ni帽os afroamericanos.
De las microagresiones al racismo expl铆cito
Esto no quiere decir que nuestra experiencia no tuviera problemas. Hubo un maestro de cuarto grado que le dijo a mi hijo: 鈥淣o hacemos eso鈥, cuando le pregunt贸 qu茅 iban a aprender para el mes de la historia afroamericana. (Estaba confundido porque hab铆an estado aprendiendo sobre el A帽o Nuevo Chino, pero no hab铆a visto nada sobre el mes de la historia afroamericana). Cuando confront茅 a la directora, estaba claro que ni siquiera hab铆an pensado en el mes de la historia afroamericana. Me remiti贸 a hablar con el 煤nico consejero afroamericano, al que present贸 como 鈥渏efe del comit茅 de diversidad鈥. Result贸 que ese consejero ni siquiera sab铆a que exist铆a tal comit茅. Despu茅s de ofrecerme a reunir algunos que cumplieran las normas estatales de ELA, me dijeron que no habr铆a tiempo suficiente para ponerlos en pr谩ctica, pero que tal vez podr铆a ayudarles a organizar un espect谩culo de baile de pasos griegos para compensar por el mes de la historia afroamericana. Hubo una discusi贸n con el administrador de la escuela, que dijo que mi hija tendr铆a que dejar sus clases Pre-AP hasta el a帽o que viene, cuando pudieran hacerle pruebas, a pesar de que hab铆a sacado notas sobresalientes. (Yo no estuve de acuerdo con eso en absoluto).
Pero no experimentamos cosas que les ocurrieron a nuestros amigos en otras escuelas. Llamaron a la polic铆a por acusar a un ni帽o de robar bocadillos de la sala de maestros. Maestros abiertamente racistas. Hubo un entrenador de f煤tbol de escuela secundaria que amenaz贸 con denunciar por estupro a un chico afroamericano que manten铆a una relaci贸n interracial con una chica de su misma edad. Vivimos las microagresiones por primera vez, y eso fue suficiente para m铆, pero tengo claro que otros lo pasaron peor.
Encontrar un entorno culturalmente afirmativo, en lugar de culturalmente competente
Personalmente, odio la idea de competencia cultural. Es un t茅rmino popular en los c铆rculos educativos y empresariales que se refiere a c贸mo acercarse a poblaciones diversas. Pero la competencia siempre me ha parecido la expectativa m铆nima, no un objetivo al que aspirar. Si est谩s en el sal贸n de clase, debes ser competente, sabemos que esto no siempre es cierto, pero esto deber铆a ser un valor intr铆nseco o un rasgo b谩sico de decencia humana. La competencia cultural en la escuela significa que reconocemos que hay estudiantes afroamericanos en nuestras escuelas e incluso podemos reconocer que sus experiencias vividas pueden ser diferentes de las de los educadores blancos. Es un peque帽o avance de la frase: 鈥渘o diferenciamos por color鈥.
La receptividad cultural va un paso m谩s all谩 y dice que vamos a esforzarnos por conocer cu谩les son esas experiencias vividas e intentar reflejarlas en el sal贸n de clase. Tal vez haya libros con personajes diversos, tengamos una noche internacional en nuestra escuela en la que los estudiantes puedan traer platos que representen sus culturas diversas.Se est谩 haciendo un esfuerzo por aceptar, y no solo reconocer, nuestras diferencias.
Justo despu茅s de la receptividad cultural, llegamos a lo bueno: Escuelas culturalmente afirmativas. La Escuela Comunitaria de Oakland era culturalmente afirmativa. All谩 donde iban, los estudiantes ve铆an a personas que no solo se parec铆an a ellos, sino que les recordaban su valor y lo que aportaban. Un entorno culturalmente afirmativo es aquel que dice: no solo reconozco y acepto las formas en que somos diferentes, sino que valoro la forma en que te presentas. Los entornos culturalmente afirmativos reconocen que los estudiantes que emplean el ingl茅s afroamericano vern谩culo (AAVE, tambi茅n conocido como Ebonics o argot afroamericano) se benefician de las mismas ventajas cognitivas que los estudiantes biling眉es. En un entorno de afirmaci贸n cultural, el 茅xito general de los estudiantes no se mide por su capacidad para asimilarse a las normas de la cultura blanca dominante, como hablar el ingl茅s est谩ndar de los estadounidenses blancos, ni siquiera por su rendimiento en los ex谩menes estandarizados que se basan en las experiencias de la clase media blanca. En su lugar, reconoce las experiencias vividas por el estudiante como ventajas y estimula a los estudiantes a verse a s铆 mismos tambi茅n como elementos positivos.
Cuando encuentres un entorno culturalmente afirmativo, ver谩s c贸mo tus estudiantes empiezan a amar la escuela. Puede aparecer como un maestro que les hace diseccionar letras de Kendrick Lamar en una unidad sobre poes铆a () o un maestro que hace que los estudiantes identifiquen las Jordan 1 aut茅nticas de las falsas en una conversaci贸n sobre autenticidad y valor.
Sopesar la aceptaci贸n, el rigor y el rendimiento
Cuando siento que tengo que elegir entre el rigor acad茅mico y la aceptaci贸n cultural, siempre me inclino por enviar a mis hijos a una escuela donde no tengan que defender su derecho a existir. Puedo complementar en casa (y, sinceramente, la mayor铆a de los planes de estudios de las escuelas p煤blicas de cualquier lugar van a necesitar que lo hagamos de todos modos), pero Alexander y Jordyn nunca ser谩n los 煤nicos ni帽os como ellos en una escuela ni tendr谩n que luchar por su pertenencia mientras intentan dominar el 谩lgebra y la composici贸n literaria.
Una cosa en la que me fijo es en el progreso acad茅mico. A menudo, las escuelas que atienden a un gran n煤mero de ni帽os que se parecen a los m铆os no obtienen los mejores resultados en los ex谩menes. Los y la en las escuelas con predominio de ni帽os afroamericanos. Pero es importante ver que se est谩 produciendo un crecimiento. P铆dele al director de tu escuela que te muestre los resultados de los estudiantes en asignaturas clave como matem谩ticas, ingl茅s/lengua, literatura y ciencias al principio, a mediados y al final del a帽o escolar. Compara los resultados de un a帽o a otro y comprueba si los estudiantes muestran una tendencia al alza en el transcurso del a帽o escolar y aprovechan lo que han aprendido al a帽o siguiente. Si no es as铆, probablemente sea indicio de otro problema cultural.
No siempre puedes juzgar un libro por la portada
Tambi茅n es importante tener en cuenta que el hecho de que una escuela tenga maestros o incluso dirigentes afroamericanos no significa autom谩ticamente que la cultura de la escuela sea la m谩s adecuada para tu hijo. En Texas, ten铆a un conocido que formaba parte del equipo directivo de su distrito. 脡l, al igual que el superintendente, es afroamericano. De hecho, tres de los cinco dirigentes ejecutivos del equipo lo eran en aquel momento. As铆 que imag铆nate mi sorpresa cuando un d铆a estaba examinando datos y me di cuenta de que su distrito, con una mayor铆a de estudiantes no blancos, derivaba m谩s estudiantes varones afroamericanos al sistema judicial que cualquier otro distrito de la zona.
Cuando se lo se帽al茅, se qued贸 consternado. Se dedic贸 a la educaci贸n para ayudar a los ni帽os afroamericanos, sobre todo a los chicos que le recordaban a 茅l mismo. 驴C贸mo pod铆a formar parte del problema? 鈥溌緾u谩nta formaci贸n culturalmente sensible han recibido tus maestros?鈥. 鈥淣inguna鈥, admiti贸. 鈥淵 puedo decirlo con certeza, porque yo programo todo su desarrollo profesional鈥. Admiti贸 que hab铆a estado tan centrado en la formaci贸n curricular y en tratar de imponer normas acad茅micas elevadas que ni siquiera hab铆a considerado la necesidad de formaci贸n antiprejuicios o desarrollo profesional en torno a la receptividad cultural, por no hablar de c贸mo afirmar la cultura como un activo.
Siempre le digo a la gente que los datos sobre el rendimiento escolar son importantes, pero deben ir acompa帽ados de la narrativa adecuada. F铆jate en las cifras para tener una idea b谩sica de si se produce alg煤n tipo de aprendizaje en la escuela, pero luego habla con los dirigentes de la escuela que est谩s considerando para ver c贸mo explican los datos. Existe la idea err贸nea de que a los ni帽os afroamericanos en particular hay que ense帽arles a obedecer, incluso m谩s que ense帽arles a dominar contenidos y a pensar cr铆ticamente. Esto es totalmente inaceptable.
Yo educo a mis hijos en el amor. No quiero que se vean reducidos a la supervivencia en la escuela. Quiero que sean libres, que tengan alegr铆a y que experimenten una seguridad intelectual, emocional y f铆sica que fomente el aprendizaje y la exploraci贸n, y alimente la curiosidad. No soy partidaria de las escuelas que pregonan sus estrictas pol铆ticas de disciplina ni de la capacidad militarista de los estudiantes para caminar en silencio en l铆nea recta. (Cuando observas esas escuelas, 驴qu茅 suelen tener en com煤n los estudiantes?)
Mis hijos est谩n en la escuela secundaria y en el 煤ltimo a帽o de la escuela intermedia; comparto esto porque no creo que estas cosas solo sean importantes para los ni帽os peque帽os. Todos los ni帽os afroamericanos deber铆an tener la oportunidad de aprender en entornos que los reafirmen, que los vean como elementos positivos en lugar de proyectar sobre ellos una narrativa deficitaria y darles el espacio que les permita prosperar. En un mundo que est谩 predispuesto a verlos como m谩s adultos, m谩s peligrosos y promiscuos que los ni帽os blancos, los ni帽os afroamericanos merecen un espacio para ser simplemente ni帽os.
Y nosotros, como sus padres, tenemos la responsabilidad de exigir todo lo anterior a las escuelas en las que decidamos inscribirlos.