Tú eres el primer maestro de tu hijo. Apoyar a tu hijo al comenzar la escuela le ayudará a tener éxito. Aquí hay algunas cosas que puedes hacer en casa para preparar a tu hijo para su primer año de “niño grande” en la escuela.
Por supuesto, este año es diferente debido a la pandemia. La salud y la seguridad de tu niño son lo primero. Algunos de estos consejos no funcionarán en este momento y esto está bien.
Ten una actitud positiva y entusiasta acerca de empezar kínder y acerca del aprendizaje. Habla con tu hijo acerca de cuánto aprenderá y las nuevas personas que conocerá. Cuando haga preguntas acerca del mundo, tómate tu tiempo para responderle y házle tus propias preguntas.
Busca oportunidades para que tu hijo juegue con otros niños en grupos pequeños y grandes. Esto les ayuda a aprender habilidades sociales importantes. Mucho de lo que hace que kínder sea una transición difícil es que los niños se encuentran repentinamente en un grupo grande todo el día. Así, mientras más habilidades sociales tengan, más fácil será para ellos concentrarse en el aprendizaje.
Crea una rutina consistente en el hogar para que tu hijo sepa qué esperar. Esto lo ayudará a hacer la transición hacia la rutina escolar. Esto significa irse a la cama y despertarse al mismo tiempo, y comer aproximadamente a la misma hora. (Luego, agrega tiempo de aprendizaje a su rutina: lectura antes de dormir, canciones al pasear en el automóvil, contar uvas durante la merienda.)
Dale a tu hijo tareas apropiadas para su edad y házle sentir que es responsable de hacerlas. Estos tipos de actividades se transferirán automáticamente al salón de clases y ayudará a tu hijo a sentirse exitoso y cómodo. ¿Qué pueden hacer los niños a esta edad? Cada niño es diferente, pero la mayoría de los niños a esta edad pueden aprender a poner la mesa, dar de comer a los animales, clasificar y doblar la ropa para lavar, y aprender a ordenar y limpiar el polvo.
Ayúdale a tu hijo a identificar sus sentimientos y a hablar acerca de ellos. Pídele a tu hijo que imagine cómo se sienten los demás. Enséñale que todos los sentimientos están bien, pero no todas las acciones están bien. Por ejemplo, puede sentirse molesto, pero no está bien golpear a alguien. Hablar sobre los sentimientos le ayudará a tu hijo a lidiar con el ambiente nuevo, extraño y algunas veces abrumador.
Ayuda a tu hijo a encontrar formas de calmarse cuando se sienta frustrado. Comparte con él lo que haces cuando te sientes frustrado. Respira profundamente varias veces con tu hijo la próxima vez que te sientas frustrado. Pídele que imagine en su mente qué situación lo hace sentir calmado: abrazar a su perro, estar con la abuela, sostener su juguete favorito; luego, recuérdale que puede traer a su mente esa imagen en cualquier situación para calmarse.
Asegúrate de que tu hijo se acueste temprano para que duerma lo suficiente; los niños de kínder necesitan unas 10 horas cada noche. No es inusual que los niños de kínder estén extremadamente cansados en los primeros meses de la escuela, de modo que podrías tener que adelantar la hora de dormir incluso antes de lo normal.
Ayúdale a practicar habilidades tales como lavarse las manos, limpiarse la nariz y amarrarse los zapatos para que pueda hacer estas cosas por sí mismo. Dadas las expectativas académicas y el tamaño más grande de los salones de clases, la mayoría de los maestros tienen una capacidad limitada para ayudar con habilidades para la vida como ir al baño y ponerse los zapatos. Ayudar a tu hijo a que sea más independiente reducirá su estrés.
Guarda lápices, crayones y papel donde tu hijo pueda conseguirlos fácilmente para que se sienta cómodo usándolos para dibujar y expresarse. Gran parte del aprendizaje en kínder es acerca de dibujar y escribir en papel; mientras más disfruta de esto tu hijo, mejor.
Desarrolla una base sólida en la lengua materna de tu hijo leyendo, cantando, relatando cuentos y teniendo conversaciones significativas. Esto ayudará a tu hijo a aprender español y a convertirse en un aprendiz toda la vida.
Ayuda a tu hijo a aprender habilidades en matemáticas jugando juegos en su lengua materna. Busca figuras en el hogar: las ventanas son rectángulos o cuadrados. Las monedas de un centavo son círculos. Mientras doblas la ropa limpia, habla acerca de clasificar ciertos tipos de ropa, haciendo coincidir los calcetines por tamaño y color. Cuenten sillas y platos al poner la mesa.
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