“Mamá, Papá, creo que no voy a ir a la universidad”.

Antes de entrar en pánico, recuerda que la universidad, especialmente justo después de la secundaria, no es para todos. Tu hijo puede tener razones para retrasar su ingreso o renunciar a ir. Pero eso no significa que pueda permitirse saltarse la formación que necesita para el éxito. ¿Ahora, qué?

Los buenos trabajos y salarios están disponibles en campos desde la biotecnología a la animación en 3D. No requieren una carrera, pero requieren unos cimientos académicos sólidos y habilidades técnicas.

Los chicos que deciden no ingresar directamente a una carrera de cuatro años son muy diferentes: incluyen al estudiante que está muy centrado en una carrera (como mecánico de autos o chef), al estudiante que no tiene la preparación académica o la confianza en su capacidad para ser exitoso en la universidad y al estudiante que simplemente necesita más tiempo para pensar qué quiere hacer antes de encontrar el motivo para entrar a la universidad.

Aunque el objetivo de la mayoría de las escuelas secundarias es preparar a los chicos para la universidad, la formación profesional (que se llama ahora educación técnica o vocacional) está ganando más atención y financiamiento a nivel estatal y federal. En una economía que requiere mayores habilidades técnicas e informáticas, la educación para carreras técnicas o vocacionales se ve de forma diferente a la formación profesional que recuerdas. Es más probable que esta incluya robótica que taller de carpintería.

Aquí te presentamos cómo ayudar a tu hijo a prepararse para entrar al mundo laboral si no está pensando en hacer una carrera universitaria.

Asegúrate de que tu hijo obtenga una buena educación académica en la secundaria

Tu estudiante todavía necesita una base sólida en asignaturas comunes. En una economía cambiante como la nuestra, todos los niños necesitan aprender nuevas habilidades a medida que cambian de trabajo. Después de todo, los mecánicos de hoy tienen que saber cómo funcionan los autos con sistemas computarizados sofisticados y los chefs tienen que comprender un poco de la ciencia de la cocina.

ACT documentó en un estudio del 2006 la necesidad de las habilidades matemáticas y de lectura. El estudio comparaba las capacidades requeridas para tener éxito universitario con las necesarias para trabajos a nivel de principiante que proporcionan oportunidades de ascenso y salarios lo suficientemente altos para mantener a una familia. Concluía en que los estudiantes tienen que tener los mismos conocimientos de matemáticas y lectura tanto si van a ir a la universidad como si van directamente al mundo laboral.

Busca universidades comunitarias para estudiantes de secundaria

La matrícula doble les ofrece a muchos estudiantes la capacidad de sacar la secundaria y los créditos para asignaturas de una universidad comunitaria.

Como las universidades comunitarias tienen instalaciones y programas técnicos que no están disponibles en la escuela secundaria, puede ser una buena manera de estar mejor preparado para comenzar una carrera.

Los programas “Middle college” (enlace en inglés) ofrecen oportunidades similares para que los estudiantes de secundaria pasen su jornada escolar en una universidad comunitaria y obtengan un diploma y hasta dos años de crédito universitario. Habla con el orientador de tu hijo para saber si hay alguna de estas opciones cerca de ustedes.

Ten en cuenta las universidades comunitarias después de la escuela secundaria

Probablemente tu hijo tenga que echarles un vistazo a las universidades comunitarias o a los programas de capacitación técnica después de la escuela secundaria para prepararse para el trabajo que elija.

Hay muchas razones para considerar las universidades comunitarias. Son una forma mucho más barata de tener una educación superior que ir directamente a un programa técnico o a la universidad, un factor clave para el estudiante que no tiene clara la dirección de su carrera. Las universidades comunitarias ofrecen programas de capacitación técnica y también tienen clases más pequeñas que las de las universidades. Eso significa que además de obtener capacitación técnica, tu hijo puede probar clases a nivel académico universitario en un entorno menos estresante que la típica universidad estatal.

Si estás considerando una escuela técnica, investígala

Las escuelas técnicas pueden ser costosas, y puede que no ofrezcan la instrucción que tu estudiante necesita para obtener un trabajo. Estas son algunas preguntas para hacerse antes de invertir tiempo y dinero:

  • ¿Cuán bueno es el programa?
  • ¿Cuánto cuesta, incluyendo libros, equipamiento, uniformes y tasas de laboratorio?
  • ¿Hay ayuda financiera?
  • ¿Está acreditado? ¿Cuáles son los nombres y teléfonos de las organizaciones que otorgan sus licencias? ¿Qué universidad estatal lleva la acreditación de los graduados de esta escuela? El orientador de tu hijo puede ayudarle a buscar las organizaciones autorizadas que tienen buena reputación en este campo.
  • Consulta con la oficina del procurador general del estado, con la organización sin fines de lucro Better Business Bureau y con la agencia de protección al consumidor de tu condado para ver si la escuela tiene un registro de quejas que indican prácticas cuestionables.
  • ¿Están actualizados los equipos del programa?
  • Entra y siéntate en algunas clases. ¿Los profesores son interesantes y están bien preparados?
  • ¿Cómo les va a los graduados del programa?
  • ¿Qué porcentaje de estudiantes termina el programa?
  • ¿Qué porcentaje de estudiantes obtiene un trabajo?
  • ¿Dónde pueden conseguir trabajo? ¿Cuál es su salario inicial, y cuánto tiempo se quedan en su primer empleo?
  • ¿Son los créditos del programa transferibles a un programa universitario?
  • ¿Puede el programa referirte a graduados recientes?

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